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Perros Mañosos

eEn el entrañable mundo de los perros, existe un término coloquial hondureño que captura la esencia de aquellos caninos que, a pesar de tener su plato lleno, deciden hacer de la hora de la comida un verdadero desafío: los famosos perros "mañosos". Este fenómeno se refiere a aquellos peludos que, con su actitud selectiva, parecen tener un paladar exigente y un carácter juguetón.

 Estos perros, a menduo, se niegan a comer el alimento que se les ofrece, pero, curiosamente, se convierten en comensales entusiastas cuando sus dueños implementan ciertos rituales de incentivación. Ya sea hablando en un tono suave y cariñoso, ofreciéndoles la comida directamente en la boca, añadiendo un toque especial a su platillo o incluso ofreciéndoles un bocado diferente, estos "mañosos" demuestran que, para ellos, la comida no es solo una necesidad, sino también una experiencia social y emocional. En este texto, exploraremos las características y comportamientos de estos adorables caninos, así como las dinámicas que se establecen entre ellos y sus dueños en la búsqueda de un momento de comida compartido.

El Apetito de los perros

En esta sección podrá responder algunas de las preguntas más frecuentes.


El apetito de los perros está profundamente arraigado en su naturaleza y evolución como especie. A lo largo de la historia, los perros han sido cazadores y scavengers, lo que significa que han desarrollado un instinto natural para aprovechar cada oportunidad de alimento que se les presente. A diferencia de los humanos, que pueden planificar y anticipar el futuro, los perros viven en el presente y no tienen la capacidad de comprender que mañana podría no haber comida disponible.

Este comportamiento se manifiesta en su tendencia a comer rápidamente y a mostrar un gran entusiasmo por la comida. Cuando un perro ve o huele algo comestible, su instinto le dice que debe aprovecharlo de inmediato, ya que no puede prever cuándo volverá a tener otra oportunidad. Esta característica es especialmente evidente en situaciones donde hay comida en abundancia, como durante las comidas familiares o en el parque, donde los perros pueden ser propensos a "robar" o buscar sobras.

No por nada, existe la frase  "Comer como un Perro" o alguna similar que se utiliza para describir a personas que tienen un gran apetito o que comen en exceso. Esta expresión tiene su origen en la observación del comportamiento de los perros, que son conocidos por comer grandes cantidades de alimento de manera descontrolada.


La humanización se refiere al proceso por el cual los animales, en este caso los perros, son tratados como si fueran humanos. Esto puede incluir prácticas como compartir nuestra comida con ellos, ofrecerles golosinas humanas y proporcionarles una dieta que no siempre es adecuada para sus necesidades nutricionales. A continuación, se presentan algunos puntos sobre cómo esto puede afectar el apetito natural de los perros:

  1. Alteración de la dieta natural: Los perros son carnívoros por naturaleza, y su dieta debería basarse en proteínas de alta calidad. Sin embargo, al humanizarlos, a menudo se les da comida procesada o sobras de la mesa, que pueden no satisfacer sus necesidades nutricionales y, en algunos casos, pueden ser perjudiciales para su salud.
  2. Preferencias alimenticias: Cuando los perros son alimentados con comida humana, pueden desarrollar preferencias por ciertos sabores y texturas que no son parte de su dieta natural. Esto puede llevar a que se vuelvan más selectivos y menos interesados en su comida habitual, afectando su apetito.
  3. Obesidad y problemas de salud: La humanización puede contribuir a la obesidad en los perros, ya que a menudo se les da más comida de la que realmente necesitan. Esto no solo afecta su apetito, sino que también puede llevar a problemas de salud como diabetes, enfermedades cardíacas y problemas articulares.
  4. Comportamiento alimentario: Los perros que son tratados como miembros de la familia pueden desarrollar comportamientos alimentarios poco saludables, como mendigar o comer en exceso. Esto puede desregular su apetito natural y llevar a una relación poco saludable con la comida.
  5. Impacto emocional: La humanización también puede influir en la forma en que los perros perciben la comida. Si se les da comida como recompensa o consuelo, pueden asociar la comida con emociones positivas, lo que puede llevar a un aumento en el apetito y a un comportamiento de búsqueda de comida.

La humanización de los perros, es decir, el trato que les damos como si fueran miembros de la familia, puede tener un impacto significativo en su apetito y preferencias alimenticias. Al compartir nuestras comidas, ofrecerles alimentos variados y consentir sus antojos, los perros pueden volverse más exigentes y desarrollar un paladar más sofisticado. Este fenómeno se debe a que, al experimentar una mayor diversidad de sabores y texturas, los perros pueden empezar a rechazar su comida habitual en favor de opciones más atractivas.

Además, la humanización puede llevar a que los dueños interpreten erróneamente las señales de hambre o saciedad de sus mascotas, lo que puede resultar en hábitos alimenticios poco saludables. Por otro lado, al asociar la comida con momentos de afecto y atención, los perros pueden llegar a ver la hora de comer como una experiencia social, lo que puede aumentar su interés por la comida. En resumen, la humanización puede enriquecer la relación entre el dueño y el perro, pero también puede hacer que estos animales sean más selectivos y exigentes con su alimentación.

El apetito de los perros puede verse influenciado por una variedad de factores. A continuación, se presentan algunos de los más relevantes:

  1. Salud física: Enfermedades o condiciones médicas pueden afectar el apetito de un perro. Problemas dentales, infecciones, enfermedades gastrointestinales, o condiciones más graves como cáncer pueden hacer que un perro pierda interés en la comida.
  2. Edad: Los perros mayores pueden experimentar cambios en su apetito debido a una disminución en el metabolismo o problemas de salud relacionados con la edad. Por otro lado, los cachorros suelen tener un apetito voraz debido a su rápido crecimiento.
  3. Tipo de alimento: La calidad y el tipo de comida que se les ofrece pueden influir en su apetito. Algunos perros pueden preferir alimentos húmedos sobre secos, o viceversa. Además, la palatabilidad de la comida es crucial; si no les gusta, es probable que no coman.
  4. Rutina y ambiente: Los cambios en la rutina diaria, como horarios de alimentación irregulares o cambios en el entorno (mudanzas, nuevos miembros en la familia, etc.), pueden afectar el apetito de un perro. Un ambiente tranquilo y familiar suele fomentar un mejor apetito.
  5. Ejercicio y actividad física: Los perros que son más activos tienden a tener un mayor apetito. La falta de ejercicio puede llevar a una disminución del interés en la comida.
  6. Estrés y ansiedad: Situaciones estresantes, como la llegada de un nuevo animal a la casa, ruidos fuertes o cambios en la rutina, pueden causar ansiedad en los perros, lo que puede llevar a una disminución del apetito.
  7. Interacción social: Algunos perros son más propensos a comer si están en compañía de otros perros o personas. La socialización durante la hora de la comida puede estimular su apetito.
  8. Condiciones climáticas: El clima también puede influir en el apetito. En días calurosos, algunos perros pueden comer menos, mientras que en climas fríos pueden tener un mayor deseo de comer.
  9. Suplementos y golosinas: La introducción de suplementos o golosinas puede afectar el apetito. Si un perro recibe muchas golosinas, puede no tener tanto interés en su comida regular.
  10. Cambios hormonales: Las perras en celo pueden experimentar cambios en su apetito debido a fluctuaciones hormonales.

Es importante observar el comportamiento alimenticio de tu perro y consultar a un veterinario si notas cambios significativos en su apetito, ya que esto puede ser un indicativo de problemas de salud subyacentes.

adult chocolate Labrador retriever

La salud de los perros es un factor crucial que puede influir en su apetito. Existen diversas condiciones médicas que pueden afectar la capacidad de un canino para sentir hambre o disfrutar de su comida. Por ejemplo, trastornos gastrointestinales como la gastritis, infecciones intestinales o enfermedades inflamatorias del intestino pueden causar malestar, lo que puede llevar a una disminución del apetito. Además, problemas dentales, como infecciones o dientes dañados, pueden hacer que comer sea doloroso, lo que también puede resultar en una falta de interés por la comida.

La salud mental de los perros también juega un papel importante en su apetito. Situaciones de estrés, ansiedad o cambios en el entorno, como mudanzas o la llegada de un nuevo miembro a la familia, pueden afectar su comportamiento alimenticio. Los perros que sufren de ansiedad por separación, por ejemplo, pueden mostrar una disminución en su apetito.

Es fundamental estar atentos a otros síntomas que pueden acompañar la falta de apetito en los perros y que podrían indicar un problema de salud subyacente. Algunos de estos síntomas incluyen:

  1. Pérdida de peso inexplicada: Si un perro pierde peso de manera significativa sin cambios en su dieta o actividad, puede ser motivo de preocupación.
  2. Letargo o debilidad: Un perro que se muestra inusualmente cansado o débil puede estar sufriendo de una condición médica que afecta su apetito.
  3. Náuseas o vómitos: Estos síntomas pueden indicar problemas gastrointestinales que afectan el deseo de comer.
  4. Cambios en el comportamiento: La irritabilidad, la tristeza o la falta de interés en jugar pueden ser señales de que la salud emocional del perro está afectando su apetito.
  5. Dolor abdominal: Si un perro muestra signos de incomodidad o dolor en el área del estómago, puede evitar comer debido a la molestia.
  6. Alteraciones en el sueño: Dificultades para dormir o cambios en los patrones de sueño pueden estar relacionados con problemas de salud que también afectan el apetito.
  7. Fiebre o letargo: Estos síntomas pueden ser indicativos de infecciones o enfermedades más serias que requieren atención veterinaria.

Si un perro presenta una falta de apetito persistente junto con alguno de estos síntomas, es fundamental consultar a un veterinario. Un diagnóstico adecuado puede ayudar a identificar la causa subyacente y permitir un tratamiento adecuado, mejorando así tanto la salud general como el apetito del canino. Mantener una buena comunicación con el veterinario y estar atentos a los cambios en el comportamiento y la salud de nuestros perros son pasos clave para cuidar de su bienestar.

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Erlichiosis canina

La erlichiosis canina es una enfermedad transmitida por garrapatas que afecta a los perros y puede tener diversos efectos en su salud. Uno de los síntomas que pueden observarse en perros infectados es un cambio en el comportamiento alimentario. La enfermedad puede provocar fiebre, debilidad y malestar general, lo que puede llevar a que el perro se sienta menos interesado en su comida habitual.

A medida que la enfermedad avanza, es posible que el perro se vuelva más selectivo y "gustoso" con lo que come, prefiriendo ciertos alimentos o incluso rechazando la comida por completo. Este comportamiento puede ser una respuesta a la falta de apetito causada por el malestar físico o a la alteración del sentido del gusto y el olfato. Es fundamental que los dueños de mascotas estén atentos a estos cambios y consulten a un veterinario si notan que su perro presenta signos de erlichiosis, ya que un diagnóstico y tratamiento oportunos son esenciales para la recuperación del animal.

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 Los parásitos

Los parásitos internos y externos pueden tener un impacto significativo en la salud y el comportamiento alimentario de los perros. Los parásitos internos, como lombrices y giardias, pueden causar malestar gastrointestinal, lo que lleva a síntomas como náuseas, diarrea y pérdida de peso. Estos malestares pueden hacer que el perro se vuelva selectivo con su comida, rechazando alimentos que antes disfrutaba debido a la incomodidad que sienten al comer.

Por otro lado, los parásitos externos, como pulgas y garrapatas, pueden causar irritación en la piel y malestar general. Este malestar puede distraer al perro de su apetito habitual, llevándolo a comer menos o a ser más exigente con lo que consume. Además, la anemia causada por la pérdida de sangre debido a infestaciones severas de parásitos externos puede afectar aún más su energía y deseo de alimentarse.

En resumen, tanto los parásitos internos como externos pueden alterar el apetito de los perros, haciéndolos más selectivos con la comida y afectando su bienestar general. Es fundamental mantener un control regular de parásitos y consultar al veterinario ante cualquier cambio en el comportamiento alimentario de nuestras mascotas. 

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Medicamentos

Los medicamentos que se administran a los perros para mantener su salud pueden tener un impacto significativo en su apetito. Es común que ciertos tratamientos, como los antibióticos, alteren la flora intestinal, lo que puede llevar a una disminución del interés por la comida. Los antibióticos, aunque son esenciales para combatir infecciones, pueden causar efectos secundarios como náuseas o malestar gastrointestinal, lo que puede hacer que el perro se sienta menos inclinado a comer.

Por otro lado, los desparasitantes internos y externos son fundamentales para la salud de los perros, ya que ayudan a eliminar parásitos que pueden afectar su bienestar. Sin embargo, algunos desparasitantes pueden provocar efectos secundarios temporales, como vómitos o diarrea, que también pueden influir en el apetito del animal.

Es importante mencionar que, aunque estos medicamentos son necesarios para tratar y prevenir enfermedades, los dueños de mascotas deben estar atentos a cualquier cambio en el comportamiento alimenticio de sus perros. Si se observa una pérdida de apetito prolongada, es recomendable consultar al veterinario para evaluar la situación y ajustar el tratamiento si es necesario. En resumen, mientras que los medicamentos son cruciales para la salud de los perros, su efecto en el apetito debe ser monitoreado de cerca para asegurar el bienestar general del animal. 


Perros Mañosos
Tanya Panameño 23 de enero de 2025
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